En la era digital, abundan los recursos gratuitos para aprender inglés: desde aplicaciones y videos en YouTube hasta cursos online que no requieren ningún pago. Si bien estos recursos pueden parecer una opción atractiva para quienes buscan mejorar su nivel de inglés sin gastar dinero, no siempre son la mejor alternativa. A continuación, te presentamos tres razones clave por las cuales optar por cursos de inglés gratuitos podría no ser tan beneficioso como parece.

1. Falta de Personalización y Seguimiento

Una de las principales desventajas de los cursos de inglés gratuitos es la falta de personalización. Los cursos gratuitos suelen estar diseñados para un público general y no tienen en cuenta las necesidades, estilos de aprendizaje o debilidades específicas de cada estudiante. Esto significa que es probable que recibas un contenido genérico que no se ajuste a tu nivel real o tus objetivos específicos.

Además, la falta de seguimiento personalizado puede llevar a una pérdida de motivación. En los cursos pagos, los estudiantes suelen recibir retroalimentación constante de profesores o tutores, lo que les permite corregir errores y mejorar su progreso de manera eficiente. En contraste, los cursos gratuitos rara vez ofrecen este tipo de atención personalizada, lo que puede dificultar la identificación y superación de las áreas donde más se necesita mejorar. Como lo expresó el educador John Dewey: “La educación no es preparación para la vida; la educación es la vida misma”, lo que significa que un aprendizaje de calidad requiere adaptarse a las particularidades de cada estudiante, algo que los cursos gratuitos no suelen ofrecer.

2. Recursos y Materiales Limitados

El acceso a materiales de alta calidad es esencial para un aprendizaje efectivo. Desafortunadamente, los cursos gratuitos suelen ofrecer recursos limitados o de calidad variable. Mientras que en los programas pagos es común encontrar libros de texto de primer nivel, ejercicios interactivos y acceso a plataformas de aprendizaje completas, los cursos gratuitos muchas veces se basan en materiales más simples y básicos que pueden no ser suficientes para un progreso significativo.

La lingüista Susan Sontag argumentó que “el conocimiento es poder, pero solo si está bien dirigido”. Si los materiales que usas no son lo suficientemente profundos o no cubren adecuadamente las diferentes áreas del idioma, como la gramática, la pronunciación o el vocabulario avanzado, tu aprendizaje quedará limitado. Los recursos gratuitos pueden ser útiles para un nivel inicial, pero para avanzar a niveles más altos, los materiales suelen quedarse cortos.

3. Compromiso y Motivación

Cuando algo es gratis, tendemos a valorarlo menos. Esto se traduce en una menor inversión de tiempo y esfuerzo. Los cursos de inglés pagos, en contraste, implican una inversión financiera que a menudo aumenta el compromiso y la motivación del estudiante. Saber que has pagado por un curso crea un sentido de responsabilidad y propósito que difícilmente se obtiene con los recursos gratuitos.

La psicóloga Carol Dweck, conocida por su investigación sobre la mentalidad de crecimiento, ha señalado que “la motivación es el resultado del esfuerzo y la creencia en que podemos mejorar”. Si bien los recursos gratuitos pueden parecer una opción fácil, la falta de compromiso a menudo lleva a la desmotivación y al abandono temprano del curso. Pagar por un curso, por otro lado, fomenta un sentido de responsabilidad y dedicación, aumentando las posibilidades de éxito a largo plazo.

Aunque los cursos de inglés gratuitos pueden parecer una opción conveniente a corto plazo, a menudo carecen de la personalización, los recursos y la estructura necesarios para lograr un progreso significativo. Si bien pueden ser útiles para comenzar, la inversión en un curso de calidad, con profesores experimentados y materiales adecuados, asegura que realmente alcances tus metas lingüísticas. Después de todo, como dijo Benjamin Franklin, “una inversión en conocimiento paga los mejores intereses”.